martes, 27 de noviembre de 2012

3.5.2.3. Cryoconservacion del Germoplasma

La crioconservación, que describimos a continuación, puede ser aplicada ventajosamente a la conservación de especies y variedades vegetales silvestres o cultivadas como alternativa a las colecciones y bancos de germoplasma clásicos (bancos de semillas, colecciones en campo). La crioconservación de plantas es un proceso consistente en la preparación, mantenimiento y preservación a largo plazo de un material vegetal, en unas condiciones de temperatura ultra bajas de –196 ºC, obtenidas mediante nitrógeno líquido (NL). Este método de conservación de material vegetal presenta una serie de ventajas frente a otros sistemas de preservación de recursos filogenéticos: es un método rápido, sencillo, no altera la estabilidad genética del material y reduce sustancialmente el esfuerzo y los costes que representan el mantenimiento de colecciones de germoplasma vegetal in vivo o in vitro, al eliminar casi por completo la mano de obra y evitar los riesgos fitopatológicos y fisiológicos que habitualmente aparecen en el mantenimiento de los bancos de germoplasma vegetales. Hay que señalar el importante ahorro de espacio que supone mantener una colección de especies hortícolas o leñosas en pocos metros cuadrados en vez de en plantaciones de cientos o miles de metros cuadrados.

El elemento fundamental de la crioconservación es el NL que se almacena y mantiene en tanques especiales herméticos que permiten que se mantenga en estado líquido y se evapore muy lentamente, manteniendo una temperatura de –196 ºC. El NL es incoloro, inodoro y no combustible y está a una temperatura de –196 ºC a presión atmosférica, por lo que el contacto con los tejidos provoca el congelamiento del área. Es de fácil manejo pero, teniendo en cuenta que desplaza el oxígeno del aire, hay que tener cuidado al manipularlo, lo que se debe hacer en lugares bien ventilados.

El material vegetal a utilizar puede proceder de cualquier parte de la planta: meristemos, yemas, ápices, tallos, callos, embriones somáticos, etc. Debe ser selec-cionado de plantas sanas y, en el caso de proceder de material de cultivo in vitro, los parámetros de cultivo se deben optimizar antes de la crioconservación, ya que el éxito de éste proceso de conservación va a depender tanto de los tratamientos utilizados antes de someter al material al NL, como de los utilizados una vez recuperado el material del NL. Por lo tanto, es de extrema importancia poner especial atención en la composición de los medios de cultivo donde se incube el material vegetal antes y después de introducirlo en NL para su conservación [Sakai y cols., 1993, Cryopreservation of Plant Genetic Resources 6: 5-26]. Para la manipulación del material es necesario utilizar recipientes de materiales resistentes a las bajas temperaturas, como los crioviales de polipropileno, donde el material vegetal que queremos conservar se deposita antes de introducirlo en el NL. Estos crioviales, con capacidades entre 1,2 y 15,0 ml, tienen un sistema de cierre a rosca especialmente diseñado para soportar la rápida conversión del NL a gas, que tiene lugar a temperatura ambiente, conversión que de otro modo produciría la explosión del contenedor. Debido a la facilidad con que se evapora el NL, es necesario controlar su nivel dentro de los tanques donde se almacena, para reponer las pérdidas y mantener estable la temperatura a –196 ºC y así asegurar la perfecta conservación del material.

3.5.2.2. Suprecion del Crecimiento

Como se discutió antes, siempre existe un riesgo, mayor o menor, de inestabilidad citogenética cuando se conserva el germoplasma mediante el cultivo de tejidos in vitro a largo plazo. Este riesgo se puede minimizar utilizando tejidos organizados (meristemas, yemas y cultivos derivados) y reduciendo la tasa de crecimiento mediante la .temperatura baja. Conforme se reduce. la temperatura de un tejido, el metabolismo celular disminuye hasta llegar a un estado de ‘suspensión animada’ cuando la temperatura alcanza niveles inferiores a -150 0 C; a esta temperatura, los procesos biológicos han cesado y las posibles causas de inestabilidad se habrán, por tanto, minimizado o eliminado. Este tema se trhta con mayor detalle en el Capítulo 13 de esta obra.


Se han discutido hasta aqul los aspectos generales relacionados con la conservación in vitro; se discutirán ahora estos aspectos pero aplicándolos a la yuca (Mnnihoi esculenta Crantz), cultivo que ha sido objeto de investigación profunda en la.Unidad de Investigación en Biotecnologla del CIAT.

3.5.2.1. Factores que limitan el crecimiento

El crecimiento rápido de los cultivos a tasas normales exige más mano de obra y aumenta la posibilidad de pérdidas debidas a accidentes o la contaminación microbiana durante la repetición continua de los subcultivos; es necesario entonces reducir al mínimo la frecuencia de los subcultivos, con lo que se logra además minimizar la posibilidad de variación genética.
El método consiste en mantener los cultivos (yemas, plántulas derivadas de nudos o directamente de meristemas) en condiciones físicas (factor.es ambientales) o químicas (composición del medio de cultivo) que permitan extender al máximo el intervalo de trasferencia a los medios frescos, sin que ello afecte la viabilidad de los cultivos.

La tasa de crecimiento de los cultivos in vitro puede controlarse empleando, principalmente, los siguientes factores: temperatura, nutrimentos inorgánicos y orgánicos, reguladores de crecimiento, y concentración osmótica del medio.

Otros factores, como el tamaño de los tubos de ensayo o de los frascos, la calidad y concentración del agente gelificante, la adición de carbón activado al medio, la limitación de la oxigenación, la intensidad de la luz y del fotoperiodo, entre otros, son también importantes en el control del crecimiento.


Temperatura. La reducción de la temperatura ha sido el rccurso más comúnmente utilizado para disminuir el crecimiento de los cultivos. La mayoría de los cultivos in vitro son mantenidos a temperaturas entre 20 0C y 30 °C; a temperaturas más bajas la tasa de crecimiento disminuye, pero esta reducción depende de la especie en cuestión (Withers, 1980).

Concentración de nutrimentos. La relación entre la concentración de carbohidratos y los componentes nitrogenados del medio nutritivo puede tener efectos sobre las tasas de crecimiento y la morfogénesis en los cultivos in vitro (Staritsky, 1980). La sacarosa tiene, igualmente, un efecto en la viabilidad de los cultivos: concentraciones muy £tas o.muy bajas de ese azúcar resultan nocivas para la conservación de los tejidos in vitro.
Concentracion de los reguladores del crecimiento. Los niveles de citoquininas y de inhibidores del crecimiento, como el ácido absicico, interaccionan con la concentración de sacarosa y con la temperatura de conservación y afectan asi la viabilidad de los cultivos in vitro (Roca, 1985).

Entre los.reguladores del crecimiento empleados por. los investigadores figuran el acido abcisiico (ABA), el cloruro de fosfonio o clorfoniom (Phosphon-D), la hidrazida maleica o daminazida (B995), el cicocel o 2-cloroetíl-cloruro de trimetil (CCC); el ácido N-dimetil succínico y el ancimidol (Nam et £., 1979); y el ácido acctil salicflico, ASA(López, 1985).


Concentracion osmótica. La limitación del crecimiento por causa de la concentración osmótica se debe, posiblemente, a la reducción de la absorción de agua y de nutrimentos del medio. Puesto que es altamente metabolizable, la sacarosa actúa osmóticamente en concentraciones altas. Otros agentes osmóticos difíciles de metabolizar, como el manitol y el sorbitol, son posiblemente más efectivos que la sacarosa en la limitación del crecimiento de los cultivos, pero se debe tener en cuenta que estas sustancias interaccionan con el contenido de sacarosa. y con la temperatura de conservación.

3.5.2. Métodos de Conservacion


Hay dos sistemas básicos de conservación del germoplasma in vitro, uno mediante la limitación del crecimiento hasta tasas mínimas, y otro mediante la supresión total del crecimiento y del metabolismo celular.

3.5.1.4. Estrategias

Es grande el rango de especies vegetales cultivadas cuya conservación es accesible a las técnicas in vitro. La conservación de los recursos fitogenéticos mediante los métodos del cultivo in vitro se logra haciendo cambios en el ambiente de cultivo para desacelerar o suprimir totalmente el crecimiento de las células y de los tejidos; el objetivo es aumentar al máximo el período de trasferencia del cultivo o entenderlo indefinidamente. No obstante, debe realizarse; como se indicó anterior- mente, una evaluación científica cuidadosa de las ventajas y desventajas de una estrategia in vitro de la conservación de recursos genéticos para cada caso específico.

Se han propuesto dos tipos de conservación in vitro de los bancos genéticos (Withers y Williams,1985): a) el banco genético in vitro activo (IVAG, en inglés) donde los cultivos se mantienen en crecimiento lento, y b) el banco genético in vitro básico (IVBG, en inglés) donde los cultivos son crioconservados. El IVAG se está desarrollando, en alto grado, para.las especies yuca,. papa, batata, banano y caña de azúcar, y constituye una colección de trabajo; su contraparte estaría representada por la colección de campo y por la colección de semilla sexual almacenada a corto plazo. El IVBG constituye una colección básica es decir, conservada en plazos largos y no activa o de trabajo ya que la criopreservación no se ha desarrollado aún plenamente en ningún cultivo; este banco permite un mantenimiento total de la estabilidad genotipica del germoplasma, y su contraparte estaría representada por la colección de semilla sexual mante- nida bajo almacenamiento a largo plazo.

3.5.1.3. Estabilidad Genetica

La estabilidad genética de los cultivos ha sido, durante mucho tiempo, un motivo de inquietud cuando se piensa aplicar las técnicas in vitro para la conservacion del germoplasma. El material recuperado de la conservación in vitro debe representar geneticamente al material utilizado. Cualquier sistema de cultivo in vitro sera inaceptable si inroduce un alto riesgo de inestabilidad genética o de selección entre los genotipos -o de ambas cosas (Withers, 1998).

En cultivos propagados vegetativamente se han aplicado criterios morfológicos para caracterizar los genotipos, diferencias que son difíciles de detectar en los cultivos propagados in vitro. Se ha señalado que la variación genética causada por un reajuste cromosomico puede presentarse en el cultivo de tejidos (D'Amato, 1964). Existe también una correlación entre el tiempo en que el material vegetal se cultiva como callo y a probabilidad de que ocurra en el cambios cromosomicos; esto podría causar un cambio hacia un tipo de variante en la propagación in vitro (Schilde-Rentschler y Roca, 1987).

Los sistemas de cultivo de tejidos presentan diferentes niveles de riesgo de variacion genética. Así  por ejemplo, los sistemas mas estables son los cultivos de meristemas y la micropropagacion nodal; les siguen los embriones somáticos y las yemas adventicias; por ultimo, los mas inestables, en teoría, son los cultivos de células y protoplastos. Igualmente, entre las dos estrategias de conservación in vitro - crecimiento lento y la crioconservacion -hay posibilidades de variación debidas a la posible regeneración de yemas adventicias. Por otra parte, en los procesos de renovación de cultivos (subcultivos) del material conservado bajo crecimiento lento,hay posibilidades de seleccionar los explantes mejores o mas vigorosos por parte de la persona que realiza estos procesos.

La monotoria de la estabilidad genética de los cultivos in vitro de las especies cultivadas esta adquiriendo gran interes. Se han adelantado criterios morfologicos, bioquimicos y moleculares para la detección de los cambios genéticos (Withers y Williams, 1985). Se deben desarrollar, como complemento de la evaluación de la estabilidad, técnicas electroforeticas para evaluar la variabilidad de las isozimas en muestras pequeñas de tejido obtenidas de cultivos in vitro. Ademas,se debe probar la monitoria que se ha hecho a esa estabilidad genética mediante técnicas moleculares,para detectar la variación del polimorfismo en la longitud de los fragmentos de restricción de ADN (RFLPs).


3.5.1.2. Variabilidad

La evaluación de la viabilidad de los cultivos in vitro se debe realizar sistemáticamente  En condiciones de crecimiento lento, en que el periodo de transferencia se extiende durante meses o años, la frecuencia de evaluación de los cultivos aumenta en comparación con la evaluación que se haría al material conservado bajo nitrógeno liquido, por ejemplo. Las características mas importantes que se evalúan en el almacenamiento de crecimiento lento de cultivos derivados del ápice de yemas son: contaminación  senescencia de la hoja (la razón hojas verdes/hojas muertas), numero de brotes verdes (para micropropagacion adicional), numero de nudos viables (verdes) en relación con la longitud del tallo (verde), presencia o ausencia de raíces, y ocurrencia de callo.

3.5.1.1. Regeneracion

La regeneración de plantas enteras basada en los sistemas de cultivo de células es, a menudo, el paso que limita la aplicación de técnicas de cultivo in vitro a especies vegetales que no se pueden propagar mediante meristemas preformados. A pesar de la capacidad que tienen para iniciar callo diversos tejidos y órganos de muchas especies cultivadas, la regeneración reproducible de plantas enteras sigue siendo problemática  La regeneración adventicia mediante la embriogenesis somática es muy deseable, ya que el proceso ofrece altas tasas de multiplicación y produce propagulos que poseen ejes de raíz y de yema (Stamp y Henshaw, 1987). Los embriones somáticos pueden desarrollarse de células únicas y se pueden recuperar plantas con genotipos mas estables (Evans et al., 1981).

3.5.1. Aspectos Importantes en la Coservacion in vitro

Para algunos frutales tropicales como el cacao (Theobroma), la estrategia principal de conservación estaría probablemente en los bancos genéticos in vitro que utilizan las técnicas in vitro para evaluar la variabilidad genética de la especie, y para la colección e intercambio de esta. Los cultivos de raíces y tubérculos, como papa, yuca y batata (Ipomoea), se almacenarían como semilla durante cortos periodos, de modo que, para ellos, los métodos in vitro serian complementarios para la conservación de genotipos específicos (cultivares, híbridos, clones elite) y para el traslado internacional de clones. Para otros cultivos de tubérculos y raíces tropicales y para especies de frutales como musa sp., que rara vez producen semilla y son practica mente estériles, el almacenamiento in vitro y los bancos genéticos ex situ en el campo estarían probablemente a la par. Por ultimo, en las especies especies tropicales de semilla recalcitrante, la colección y el intercambio de materiales in vitro tendrán una función básica.

3.5. Conservacion in vitro


Dentro del campo de la biotecnología vegetal ahora veremos sobre la conservación in vitro o crioconcervacion algo que puede ser útil en nuestros proyectos agropecuarios.

La crioconcervacion, es decir el almacenamiento de germoplasma a temperatura ultra bajas (-196°C), es la única técnica disponible hoy en día capaz de garantizar la conservación de los recursos genéticos, de semillas recalcitrantes y cultivos de reproducción vegetativa a largo plazo, en forma segura y a bajo costo.

Su utilización permite mejorar la seguridad de las numerosas colecciones de germoplasma de especies almacenadas en bancos de genes, institutos de investigación y universidades de la región.

En los últimos años se han alcanzado asombrosos adelantos en el desarrollo de nuevas y eficientes técnicas de crioconcervacion, las cuales están siendo aplicadas a un número creciente de especies.

Numerosas solicitudes de entrenamiento en el uso de estas nuevas tecnologías de conservación han sido presentadas por el personal científico y técnico relacionado con la conservación de recursos filogenéticos en la región.


3.4.4. Aplicacion Agronomica

  • Aplicaciones a largo plazo (después, del año 2000): Ingeniería ,genética para caracteres multigenicos, uso de plantas transgénicas para la producción de metabolltos secundarlos (como bioreactores naturales).
  • Aplicaciones a corto plazo (hasta cinco años): propagaci6n vegetativa, obtenci6n de plantas libres de virus, intercambio y almacenamiento de germoplasma, rescate de embriones, cultivo de anteras y producci6n de haploides, variaci6n somaclonal, metabolitos secundarios, hibridaci6n somática y híbridos.
  • Aplicaciones a mediano plazo (cinco a 10 años): Transferencia, integraci6n y expresi6n de genes, que controlan características simples, a cultivos de importancia econ6mica (ingeniería genética para caracteres monogenicos).
Fuente: http://www.mag.go.cr/congreso_agronomico_ix/A01-1277-69a.pdf

3.4.3. Fusión de Protoplastos


La técnica de fusión de protoplastos surge como especialidad o aplicación a partir de las técnicas de aislamiento y cultivo de protoplastos, que permiten la obtención de células desprovistas de pared celular gracias a la acción de enzimas líticos (celulasas, pectinasas) obtenidos de microorganismos (Aspergillus sp.; Trichoderma viride; Rhizopus sp.), y su posterior crecimiento (división celular, formación de microcallos y regeneración de plántulas por vía organogénica o embriogénica).
Aunque circunstancialmente ocurren fusiones espóntaneas entre protoplastos, y en este hecho se encuentra el origen de esta técnica, es necesario aumentar la eficacia del proceso y «dirigirlo» mediante sistemas de inducción adecuados. Los procesos de inducción son de dos tipos: Químicos, en ellos se usan sustancias aglutinantes como el polietilenglicol (PEG) o el dimetilsulfóxido (DMSO) y, Físicos, como la electrofusión, que consiste en la inducción de una dipolarización de los protoplastos mediante corrientes alternas de alta frecuencia, que van a hacer contactar y alinearse a los protoplastos siguiendo las líneas del campo eléctrico generado, y en ese momento con un pulso de corriente continua se consigue la fusión de las células.
La población de células resultantes de estos procesos de fusión va a ser una mezcla de protoplastos parentales, homocariontes y heterocariontes con dos o mas núcleos.
Para seleccionar los productos de fusión de interés, es necesario utilizar medios restrictivos para células no híbridas, o que produzcan una proliferación diferencial para las células híbridas y/o incorporar un sistema de marcaje que permita reconocer y seleccionar los productos híbridos. Un tipo de selección clásico es el basado en la complementación de mutantes no alélicos (por ejemplo la combinación de dos mutaciones recesivas albinas no alélicas que permiten la detección de los híbridos simplemente por su color; Melchers y Labib, 1974), existiendo otros muchos métodos de selección (incorporación de mutaciones de deficiencia, de resistencia, etc.) y tambien métodos de verificación del caracter híbrido en plántulas regeneradas, como el examen de los patrones morfológicos y/o isoenzimáticos.
Debemos señalar que una vez obtenidos híbridos somáticos interespecíficos por fusión de protoplastos y regeneración de los productos seleccionados, estos híbridos van a ser distintos a los híbridos obtenidos sexualmente. Las plántulas obtenidas por fusión somática, pueden ser a nivel nuclear de varios tipos: a) Híbridos somáticos típicos; b) Poliploides; c) Aneuploides s (híbridos asimétricos; d) Híbridos con el contenido nuclear de un parental y fracciones de información genética del otro parental (de uno a miles de genes).
A nivel citoplásmico las plantas híbridas pueden presentar: a) La suma de los citoplasmas de ambos parentales; b) El citoplasma de un solo parental; c) Un citoplasma híbrido resultado de la recombinación de los genomas extranucleares de ambas células.
Por ello el conjunto de combinaciones nucleares y citoplásmicas conforma un enorme número de posibilidades teóricas.
La fusión de células somáticas puede aplicarse para 1) La superación de la incompatibilidad en cruces interespecíficos; 2) Un mejor aprovechamiento de la variación intraespecífica y extraespecífica en cruces interespecíficos compatibles, al ser los híbridos somáticos distintos y superiores a los sexuales, posiblemente por la combinación de genomas extranucleares (Moreno, 1984); 3) La obtención de híbridos citoplasmáticos o cíbridos, al transferirse genes extracromosómicos, que confieren características especiales al híbrido (ej. androesterilidad citoplásmica).
Aunque la fusión de protoplastos ha sido utilizada con éxito para solventar problemas de incompatibilidad entre especies con los que tropezaba la mejora genética tradicional, y ha permitido obtener híbridos somáticos interespecíficos e intergenéricos, con especiales combinaciones genéticas nucleares y citoplásmicas, quizá la aplicación mas interesante de la fusión somática sea la transferencia de una cantidad limitada de información genética de una especie a otra, de forma poco controlada. Así, mediante tratamientos físico-químicos es posible inactivar o destruir total o parcialmente los núcleos de las células parentales, con lo que solo una parte desconocida de la información genética va a ser transferida al híbrido, que suele ser estéril. En determinados casos es posible mediante sucesivas retrofusiones eliminar casi todo el genoma de uno de los parentales (ej. el híbrido resistente a atrazina entre Solanum nigrum y Lycopersicon esculentum; Jain et al., 1988). Otro caso modelo de cibridación es el Brassica-Raphanus (Pelletier et al., 1983): el heterocarionte contiene el núcleo de Brassica napus, los cloroplastos resistentes a atrazina de Brassica campestris y las mitocondrias de Raphanus sativa que confieren androesterilidad.
Para asegurar el desarrollo de estos nuevos productos, estos suelen integrarse en programas clásicos de mejora, pero para ello necesitan cumplir dos condiciones (lo mismo que los híbridos sexuales convencionales): uno, deben ser al menos parcialmente fértiles para permitir retrocruzamientos (híbridos somáticos tetraploides); y dos, en los retrocruzamientos se deben transferir solo un pequeño número de genes, ya que los caracteres multigénicos son incontrolables.
Todos estos métodos se encuentran aún en fase experimental, limitados por el reducido número de especies a las que es posible aplicarlos por cuestiones técnicas y por lo poco controlable que es la transferencia de material genético, ademas en clara competencia con otros métodos de transformación genética (Agrobacterium, ...), tal vez técnicamente más sencillos, rápidos y dirigibles, que a pesar de todo no invalidan el método de fusión de protoplastos para la obtención de nuevos productos para la mejora vegetal.

3.4.2. Variacion Somaclonal

La variación somaclonal es la variación genética o epi genética que se genera durante el cultivo in vitro de plantas (cultivos celulares de tejidos u órganos) que provenga de células somáticas. En programas de mejoramiento genético, la variación somaclonal puede constituirse en un recurso importante que genera variabilidad. Sin embargo, durante la micropropagación y en bancos de germoplasma in vitro, este tipo de variación es indeseable. En vista de lo anterior, se han utilizado una serie de técnicas moleculares para su detección.

lunes, 26 de noviembre de 2012

3.4.1. TAREA: Produccion de Haploides: Cultivo de Anteras y Ovulos



Cultivo de anteras:
Mediante esta técnica, las anteras inmaduras que contienen polen en una etapa específica de desarrollo se colocan en medios donde el polen inmaduro se divide para formar embriones o callo. Transferidos éstos a medios de regeneración, se forman plantas. En la mayoría de los casos se producen plantas haploides estériles, pero en algunas especies ocurre una duplicación espontánea de los cromosomas en las etapas de desarrollo del callo y de regeneración de la planta.
Desde que Guha y Maheshwari lo descubrieron en 1964, el cultivo de anteras se ha extendido a más de 150 especies.

Condiciones que afectan el cultivo de anteras:
  • Genotipo de las plantas donantes.
El genotipo es quizás el factor más importante que afecta el cultivo de anteras. La capacidad genotípica general para el cultivo de anteras, se han determinado, en la cebada y en el trigo, rasgos heredados independientemente respecto a componentes específicos de la androgénesis, como la inducción de callo y la regeneración de plantitas.se demostró que ambos rasgos eran altamente heredables, lo que sugería la posibilidad de obtener una ganancia rápida en la selección.
  • Albinismo.
Aunque no se ha comprendido plenamente el fenómeno, hay pruebas de que el albinismo está relacionado con la supresión del ADN de los plásmidos. Usar plantas híbridas como donantes de anteras se considera un método práctico para aumentar el número de plantas productoras de polen.

Fisiología de las plantas donantes.
El fotoperiodo, la intensidad de la luz, la temperatura y la nutrición mineral de las plantas donantes influye en el rendimiento de los embriones procedentes de microesporas y de las plantitas. La ocurrencia de dos granos de polen morfológica y funcionalmente diferenciados en las anteras maduras –fenómeno hallado originalmente en el tabaco y confirmado luego en el trigo, la cebada y el arroz- se ha relacionado con la formación in vitro de plantas haploides a partir de polen inmaduro.

Desarrollo del polen
Las pequeñas diferencias en el desarrollo del polen darían lugar a cambios notables en la producción de plantas derivadas de polen.la mejor respuesta se obtuvo cuando las anteras se cultivaron en una etapa del desarrollo del polen comprendida entre la microespora tardía y el polen temprano.

Pretratamiento de las anteras
El tratamiento de las anteras con temperatura baja o alta, con choque osmótico, o con otros estímulos tiende a aumentar la producción de plantitas de polen.

Medio de cultivo.
La técnica del cultivo de anteras en medio líquido desarrollada por investigadores chinos elevó enormemente el rendimiento de las plantas androgenéticas.

Medio 1: MS+1.1. mg/l de tiamina+ 1 mg/1 de ANA + 2 mg/l de cinetina + sucrosa al 3%.
Medio 2: 1000 mg/l de KNO3 + 100 mg/l (NH4)2SO4 + 200 mg/l de KH2PO4 + 35 mg/l de KCl + 1.1 mg/l de tiamina + 10 -4 M Fe-EDTA (MS) + 1 mg/l de ANA + 3 mg/l de cinetina + sacarosa al 3% + extracto de papa al 20%.

El cultivo de anteras aplicado al fitomejoramiento
El potencial que posee el cultivo de anteras surge de la constitución genética de las células del polen. Las células del polen de los híbridos F1 contienen la dotación genética de las plantas paternas y las recombinaciones esperadas según las proporciones mendelianas. Estas células son haploides y permiten por ello al mejorador selecciones eficazmente los recombinantes deseables; además, una vez duplicadas esas células, se establecen rápidamente líneas homocigóticas.


Ventajas del cultivo de anteras:

A) Obtención de haploides duplicados a partir de híbridos F1 puede ser útil para desarrollar variedades en forma fija en una estación central, con el fin de distribuirlas en ambientes ecológicos muy diversos y de ensayarlas en ellos.


B) Crear y acrecentar reservas citogenéticas y citoplasmáticas de los principales cultivos.


C) Etc.

Cultivo de óvulos
El cultivo de óvulos se ha usado para rescatar embriones derivados de cruzamientos interespecíficos. Ha sido útil también para rescatar híbridos intergenéricos, y para rescatar embriones abortados en uvas sin semillas.
Factores que afectan el cultivo

Placenta: la velocidad del desarrollo embrionario en los cultivos de óvulos se puede aumentar, algunas veces, por medio del cultivo de óvulos con la placenta todavía adherida a ellos.

Fuente: http://webapp.ciat.cgiar.org/biotechnology/cultivo_tejidos/capitulo11.pdf

3.4. Tecnicas in vitro aplicadas al Fitomejoramiento

La hibridación como técnica de mejoramiento convencional

Las primeras hibridaciones en musáceas comestibles, se efectuaron en Jamaica y Trinidad durante la década de 1920, haciendo uso del germoplasma recolectado en Asia y África. Para el caso del banano ‘Gros Michel’, este fue cruzado como progenitor hembra con especies silvestres de Musa acuminata subespecie malaccensis. La progenie resultó resistente al mal de Panamá y a la sigatoka, pero la forma del racimo presentaba caracteres indeseables del progenitor masculino (FHIA, 1999).
El cultivo in vitro como técnica biotecnológica para la obtención de mutaciones espontáneas y/o inducidas:

La utilización de la técnica de cultivo de tejidos en la micropropagación de las musáceas comestibles, ha permitido la producción masiva de plantas sanas, libres de hongos, nemátodos y bacterias, la multiplicación rápida de genotipos importantes, la unificación de las plantaciones, la conservación de colecciones y el intercambio nacional e internacional de germoplasma (García et al., 1998; Martínez et al., 1999; Trujillo et al., 1999).

Existen diferentes métodos de cultivo utilizados en la micropropagación de las musáceas comestibles, entre los cuales cabe destacar:

  • Cultivo de ápices caulinares (meristemas):
A través de esta técnica se producen plántulas asépticas, las cuales se originan de brotes axilares aislados del ápice vegetativo (Cote et al., 1999). El ápice se cultiva en un recipiente que contiene un medio nutritivo artificial, se mantiene bajo condiciones controladas y es inducido a producir brotes adventicios por eliminación de la dominancia apical y el uso adecuado de reguladores de crecimiento (Thorpe y Harry, 1997).

  • Cultivo de embriones:
La embriogénesis somática en estas plantas ha sido orientada al mejoramiento genético y la propagación masiva, para evaluar la posibilidad de obtención de semillas sintéticas. Para la iniciación de los cultivos embriogénicos se han empleado diferentes partes de la planta, como explantes: inflorescencias (flores masculinas y femeninas inmaduras), bases de las hojas jóvenes, fragmentos del rizoma (cormo) sin primordios meristemáticos, secciones de frutos, ápices florales y microcormos de plantasin vitro (Grapin et al., 1998; Schoofs et al., 1999; Trujillo y García, 1999).

  • Cultivo de polen y anteras:

Perea (1998), señaló que se ha estudiado la viabilidad y la germinación in vitro de polen de Musa balbisiana: ‘Tani’ (BB); Musa acuminata: ‘Malascensis pahang’ (AA) y ‘Pelipita parrenque’ (ABB) (Figura 2). Los explantes fueron transferidos a un medio de regeneración y posteriormente se les realizó un contaje cromosómico mediante el uso de algunos métodos citológicos.

  • Cultivo de protoplastos:
El cultivo de células en suspensión corresponde al cultivo de células que no están diferenciadas ni organizadas en forma de tejidos. Las mismas se encuentran “suspendidas” en un medio líquido, donde se mantienen y dividen constantemente. De estas suspensiones se originan embriones somáticos que son aislados y transferidos a medios de germinación sólidos, con una eficiencia en la recuperación de plantas completas de un 20 a 36 % (Thorpe y Harry, 1997).

  • Ingeniería genética:
Actualmente, en el área de ingeniería genética se han desarrollado tres sistemas para la obtención de musáceas comestibles transgénicas: a) Introducción de ADN en protoplastos obtenidos a partir suspensiones de células por medio de electroporación (Sagi y Swennen, 1995); b) Transformación de suspensiones de células embriogénicas mediante el bombardeo de micropartículas (Becker et al., 1999) y c) Incorporación de genes mediante infección con Agrobacterium de tejidos de ápices caulinares (Pérez et al., 1999).


3.3.7. Aplicación Agronomica

Las cultivos de suspensiones vegetales tienen un amplio rango de aplicaciones constituyendo una técnica muy valiosa en los estudios sobre:
  • Los diferentes eventos metabólicos
  • La producción de metabolitos de interés en las industrias alimenticias, de fragancias y farmacéuticas
  • El aislamiento y la selección de mutantes8) los procesos de diferenciación y desarrollo de los embriones resultantes de la embriogénesis somática
  • La regulación del ciclo celular
  • La replicación del ADN y la síntesis de proteínas
  • La transferencia de material genético
  • La absorción y transporte de nutrientes

Fuente: 

3.3.6. Factores que ayudan a Incrementar la Posibilidad de Obtener Plantas Libres de Patogenos

Muchos cultivos comerciales vegetales, particularmente los que son propagados vegetativamente, contiene virus sistemáticos, los cuales afectan su funcionamiento o abaten su rendimiento. Por tanto, antes de librarse comercialmente es deseable producir plantas libres de virus, que pueden ser clonalmente multiplicadas. En muchas especies lo anterior puede lograrse con tratamientos con calor de varios órganos in vitro, o de plantas compuestas, así como con la aplicación de productos químicos (Hollings, 1965). Sin embargo, ciertos virus han resistido todas las pruebas de erradicación por estos medios y se hacen necesarias otros métodos. Actualmente la alternativa de más éxito es el cultivo de meristemas apicales, frecuentemente combinado con quimioterapia o con tratamientos de calor. Cuando estos métodos son usados, las plantas no solo son liberadas del virus,sino también de hongos y otros patógenos. El primer cultivo con resultados satisfactorios fue el de Morel y Martín (1952), quienes cultivaron ápices de dalias infectadas con virus y lograron obtener plantas sana. Morel (1955) realizó un cultivo meristemático con Cymbidium, Cattleya y Phajus, obteniendo orquídeas libres de virus, y en 1960 reporta que es necesario hacer ciertas modificaciones en el medio, ya que géneros como Vlanda y Phalaenosis no responden favorablemente (citado por Lecoufle, 1969). Existen otras investigaciones en plantas ornamentales, pero solo se han mencionado las más importantes, por los aportes que han brindado en este campo. En cuanto a especies hortícolas y frutales se han realizado importantes investigaciones en relación con la obtención de material sano a partir de meristemos apicales; los más relevantes fueron hechos en papa (Sussex, 1963; Ingram y Robertson, 1965; Accatino, 1966; Gregorini y Lorenzi, 1964; Mellor y Stace – Smith, 1977; Wang, 1977 y Solórzano, 1983), chile (Juo, Wahg y Chien, 1973), fresa (Belkengren y Muller, 1962), manzano (Elliott 1972; Jones, 1976; Aboot, 1976; Jones y Hopgood, 1979), vid (Barlass y Skene, 1978), etc.

3.3.5. Microinjerto


El cultivo de ápices caulinares  in vitro, que resulta eficaz para obtener plantas libres de patógenos en numerosas especies vegetales, no ha resultado exitoso en los cítricos por no haberse alcanzado regeneración de plantas completas a partir de esos ápices. Como alternativa para lograr plantas de cítricos libres de patógenos, se ha desarrollado la técnica de microinjerto de ápices caulinares in vitro. Esta técnica constituye en la actualidad la vía por excelencia para disponer del material de propagación certificado que se lleva a las plantaciones comerciales, garantizar el estado sanitario de las accesiones de un banco de germoplasma de cítricos para su utilización en los programas de mejoramiento genético y conservar adecuadamente estos valiosos recursos fitogenéticos.
El microinjerto ha demostrado ser eficaz en la eliminación de todos los patógenos que se han intentado eliminar por esta vía, incluyendo aquellos para los que la termoterapia no es exitosa, además de que las plantas sanas obtenidas por microinjerto presentan características idénticas a la planta madre.
El procedimiento descrito por Navarro y col. (1975) para el microinjerto de ápices caulinares in vitro consta de las etapas que a continuación se relacionan.
o Preparación del patrónEs necesario disponer de patrones logrados por germinación de semillas in vitro. Las semillas que se utilicen deben proceder de árboles libres de patógenos, al menos de aquellos que se transmiten por semillas.
Teóricamente cualquier patrón que sea compatible con la variedad que sobre él se injerte puede ser usado para el microinjerto. A pesar de que el patrón más utilizado ha sido el citrange ‘Troyer’ (Poncirus trifoliata (L.) Raf. X  Citrus sinensis (L.) Osb.) se han empleado  Poncirus trifoliata, limonero ‘Rugoso’ (Citrus jambhiri Lush.), cidro ‘Etrog’ (Citrus medica L.) y  Citrus macrophylla Wester, entre otros. La utilización de estos patrones se debe a diversas causas como son la facilidad que ofrecen los trifoliados en la identificación de los rebrotes del patrón para ser eliminados, la compatibilidad a la que se hacía referencia y los resultados del empleo de patrones más vigorosos.
Se eliminan manualmente los tegumentos de las semillas, se tratan por inmersión en una solución de hipoclorito de sodio al 0,7 % durante diez minutos para la esterilización de su superficie y se enjuagan varias veces con agua destilada estéril.
Las semillas se siembran en tubos de ensayo con medio de germinación compuesto por las sales minerales de Murashige y Skoog (MS) solidificado con agar, donde permanecen en oscuridad constante a 27- 30 ºC alrededor de dos semanas, hasta que las plántulas alcanzan su desarrollo óptimo para su uso en el microinjerto o Preparación del ápice
Los ápices caulinares para el microinjerto pueden obtenerse de diversas fuentes de brotes de los árboles enfermos seleccionados: directamente en árboles que se encuentren en activa brotación vegetativa; a partir de plantas de las selecciones de interés injertadas que se mantienen en bolsas o macetas, en las que puede inducirse la brotación de sus yemas defoliándolas totalmente dos semanas antes de la fecha del microinjerto; y a partir de vástagos cultivados in vitro.
Se utilizan brotes de entre 2 y 3 cm para evitar ápices degenerados o en estado de abscisión. A cada brote se le eliminan las hojas mayores y se separa la parte terminal con una longitud de 1 cm. Posteriormente se realiza la esterilización de superficie por inmersión en una solución de hipoclorito de sodio al 0,25 % más 0,1 % de Tween 20 durante cinco minutos y se enjuaga repetidas veces con agua destilada estéril.
En condiciones asépticas y con el auxilio de un microscopio estereoscópico se eliminan las hojas restantes con excepción de los tres primordios foliares más jóvenes o Microinjerto Trabajando en condiciones de esterilidad, la plántula patrón se extrae del tubo de ensayo, se decapita dejando aproximadamente 1,5 cm del epicotilo, se acorta la raíz hasta 4-6 cm y se eliminan los cotiledones junto con sus yemas axilares. Aunque se han ensayado diversas formas de injerto, se utiliza mayormente la incisión T invertida con dimensiones de 1 mm en el extremo del epicotilo decapitado.
Con el empleo de instrumentos de microdisección se aisla el ápice caulinar, menor de 0,2 mm, compuesto por el meristemo apical más los dos o tres subyacentes primordios  foliares, y se coloca con la superficie de corte basal en contacto con la superficie cortical horizontal de la incisión T invertida practicada en el patrón.
Los cortes para la preparación del patrón y el aislamiento del ápice deben ser tan perfectos como sea factible y las operaciones del microinjerto deben efectuarse con la máxima rapidez 
posible para evitar la desecación de los tejidos.
Se ha demostrado que aunque se logra mayor prendimiento del microinjerto con el empleo de ápices caulinares mayores, existe una relación inversa entre el tamaño de estos y el porcentaje de plantas sanas obtenidas.
Además del tamaño del ápice, otros factores influyen decisivamente en el prendimiento del microinjerto como son el patrón escogido, la variedad del ápice microinjertado, la utilización de patrones etiolados, la edad de las plántulas patrón y la destreza manual del operador.
o Mantenimiento de las plantas microinjertadas
Las plantas microinjertadas se cultivan en medio líquido compuesto por las sales minerales MS, las vitaminas de White, 100 mg/L de meso-inositol y 75 g/L de sacarosa, en tubos de ensayo con soporte de papel, que se mantienen a 27 ºC con un régimen de iluminación de 16 horas de luz y 8 de oscuridad. Debe resaltarse que también se ha conseguido un desarrollo satisfactorio de los microinjertos en cuartos de cultivo con luz natural.
o Trasplante de los microinjertos. 
A las 5-8 semanas, con al menos dos hojas expandidas, las plantas microinjertadas pueden ser llevadas a condiciones ambientales externas. Una posibilidad es realizar su trasplante directamente a macetas con un sustrato apropiado, en condiciones de humedad y sombreado que favorezcan su desarrollo. Otra alternativa es reinjertar sobre patrones vigorosos, lo que permite acelerar el desarrollo de los microinjertos para disponer más rápidamente del material de propagación libre de patógenos.
La labor del microinjerto se complementa necesariamente con las pruebas de diagnóstico de 
patógenos que sea preciso realizar en cada caso, para garantizar la calidad sanitaria del material de propagación obtenido. De hecho, al hacerse referencia a una planta sana o libre de patógenos, lo que se puede asegurar es que está libre de los patógenos para los que las 
pruebas de diagnóstico realizadas fueron negativas.
Se ha demostrado que los principales patógenos transmisibles por injerto en los cítricos pueden ser eliminados a través del microinjerto de ápices caulinares in vitro. Los patógenos que más fácilmente se eliminan por esta vía son los viroides causantes de exocortis y cachexia, S. citri, así como los virus causantes de la tristeza de los cítricos, infection variegation y vein enation, con éxito en el 100 % de los casos o próximo a esa cifra. Resultan más difíciles de eliminar con esta técnica los virus que provocan  tatter leaf,  dweet mottle y psorosis, entre otros. Sin embargo, se ha encontrado que si se aumenta hasta 32 ºC la temperatura a la que se desarrollan los brotes que se emplean en el microinjerto, se elevan considerablemente los porcentajes de plantas sanas que se obtienen a partir de plantas enfermas con algunos patógenos, por lo que en varios programas de saneamiento se emplea de forma rutinaria la combinación del microinjerto con tratamientos de termoterapia.Además del patógeno de que se trate y de la temperatura a la que se desarrollen los brotes, como se señaló anteriormente, el tamaño del ápice microinjertado influye en el porcentaje de plantas sanas resultantes de la técnica de microinjerto.
Independientemente de los porcentajes que se alcancen en el prendimiento de los microinjertos y el saneamiento, lo que se pretende es obtener una fuente de material de propagación libre de patógenos a partir de una selección infectada. Este resultado puede alcanzarse con un mínimo de plantas microinjertadas que puedan suministrar yemas para propagar la variedad saneada, una vez certificada mediante las pruebas de diagnóstico que se considere oportuno realizar. De esta forma, las plantas sanas obtenidas constituyen el punto de partida del programa de producción de material de propagación certificado de cítricos.

3.3.4. Cultivo de Embriones

Hanning (1940) fue el primero en demostrar que es posible remover de los ovulos de la planta los embriones de cigotos maduros, y cultivarlos en un medio esteril que contenga los nutrientes esenciales; en este medio los embriones se pueden desarrollar normalmente y germinar. Laibach (1925; 1929) optuvo cultivos relativamente exitosos de embriones hibridos maduros, procedentes del cruzamiento incompatible de Linum perenne x L. ausriacum y de ellos recupero plantas normales
El cultivo de embriones ha ayudado al mejoramiento genético de especies arbóreas por que acorta el periodo de siembra-floración. Los embriones cultivados in vitro no necesitan de un periodo de latencia anterior a la germinación.
Los nutrimentos utilizados en el medio de cultivo pueden incluir:
  • Aminoácidos
  • Vitaminas
  • Varios extractos de plantas
  • Componentes orgánicos y minerales
El agua de coco (AC) no procesada en el autoclave pero esterilizada por medio de filtración, ha sido muy benéfica para el cultivo de embriones de ciertas especies de plantas.

                                   

Fuente:

3.3.3. Cultivo de Ápices Meristematicos

El sistema permite obtener clones sanos a partir de plantas infectadas, pues en la zona apical del meristemas no existe desarrollo de haces vasculares, que es por donde se transportan los virus junto con la sabia. Los clones estarán libres de patologías  especialmente de tipo viral, y, a diferencia de las plantas afectadas, verán disminuido el riesgo de bajar su productividad.
Esto a permitido y facilitado el intercambio de material vegetal en condiciones asépticas entre distintas zonas geográficas  lo cual resulta especialmente importante cuando hay restricciones cuarentenarias, a veces largas y costosas. El material vegetal ingresado puede conservarse in vitro durante periodos ilimitados, al igual que el germoplasma élite o en peligro de extinción. Así, grandes colecciones se manejan en espacios reducidos.

Fuente: http://www.inia.cl/medios/biblioteca/ta/NR23800.pdf



3.3.2. Cultivo de Meristemos Apicales

En multitud de especies cuyo método de propagación habitual es de tipo vegetativo e incluso en algunas cuya propagación es por semilla, se encuentran problemas de contaminación por diversos microorganismos, que los métodos tradicionales de desinfección utilizados por los propagadores y viveristas no consiguen erradicar, ni siquiera mediante tratamientos químicos agresivos, esto conlleva una serie de pérdidas económicas por pérdidas de producción, de calidad de fruto y hasta de cosechas completas. Incluso utilizando técnicas de cultivo in vitro es a veces imposible eliminar a determinados organismos patógenos, como virus, micoplasmas, bacterias y hongos endógenos, algunos de los cuales se transmiten incluso vía semillas, y ante los cuales muchas veces son ineficaces los antibióticos, bactericidas y antivíricos añadidos a los medios de cultivo. 

Existen varios sistemas para sanear integralmente una planta eliminando los microorganismos que las infestan; sólo uno de ellos, la termoterapia (Kunkel, 1936; Kassanis, 1965), no necesita condiciones in vitro para aplicarse. Consiste en la incubación del especimen a sanear en un ambiente con alta temperatura (35 a 40°C) y alta humedad, durante periodos de 20 días a varios meses, este método se aplica con éxito en frutales. En los otros sistemas de saneamiento se aplican técnicas de cultivo in vitro y se basan fundamentalmente en el cultivo de meristemos o ápices meristemáticos. Suelen utilizarse procedimientos mixtos que combinan termoterapia, microinjerto y formación de tallos adventicios con el cultivo de meristemos. 

La técnica del cultivo de meristemos consiste en la disección e incubación del meristemo apical de una planta en condiciones de asepsia. Se considera como meristemo en sentido estricto al domo meristemático del ápice o bien el domo meristemático con uno o dos primordios foliares. La dificultad del cultivo del meristemo aislado aconseja diseccionarlo y cultivarlo con al menos uno de los primordios foliares, con lo que también se obtienen buenos resultados. 
Así se obtienen «plantas libres de patógenos», pero atención, porque esta definición puede llevar a error, ya que la aplicación del sistema precisa de una serie de requisitos previos y posteriores. Lo primero consiste en la identificación y caracterización de los patógenos y la puesta a punto de técnicas de detección fiable, para que una vez aplicado el tratamiento de saneamiento se puedan realizar pruebas y analizar las plantas obtenidas (ensayo mediante métodos inmunológicos, injerto sobre especies marcadoras, microscopía electrónica) para verificar la total eliminación de determinados patógenos, pero cuidado, pueden existir otros patógenos cuya eliminación no se haya comprobado. 
Esto quizá se entienda mejor si aclaramos que la obtención de meristemos «limpios» es un proceso probabilístico, que no ocurre en el 100% de los casos, sino sólo en una alta proporción, por eso unos meristemos se obtienen libres de patógenos y otros no, y es necesario realizar tests de comprobación de los patógenos uno por uno, antes de certificar la planta como libre de patógenos. Una vez certificadas, estas plantas deben ser tratadas con esmero para impedir su reinfección por vectores o por malas prácticas higiénicas en su manipulación (Quak, 1977). 
Esta historia del cultivo de meristemos empezó allá por 1934, cuando White observó que un virus del tabaco se distribuía desigualmente a lo largo de la planta, y luego Limasset y Cornuet (1949) propusieron que el meristemo podría estar libre del virus. Esto llevó a Morel y Martin en 1952 a cultivar meristemos de dalias infestadas por virus y obtener plantas libres de dichos virus. Después de este trabajo y siendo muy claras las aplicaciones de este método en horticultura y fruticultura, se dedicaron muchos esfuerzos en este campo y hoy día es una técnica de aplicación rutinaria en multitud de especies (patata, fresa, ...). 
Luego surgieron las preguntas sobre el porqué de la distribución diferencial del virus en la planta y su ausencia en el meristemo. 
En una primera hipótesis se explicaría la ausencia de virus en el meristemo por problemas de transporte de los virus, así si estos se mueven por el sistema vascular de la planta, como los vasos no llegan al meristemo, el virus no podría alcanzarlo, e incluso si el virus fuera capaz de invadir o moverse de célula a célula, la velocidad de avance de los virus sería inferior a la de crecimiento del meristemo e impediría su invasión; otras hipótesis proponen una inhibición de la replicación de los virus en la zona meristemática debido a la alta tasa metabólica del meristemo y a la elevada concentración de reguladores en esa zona. Aunque el motivo de la ausencia de virus en el meristemo no está totalmente esclarecido, estas hipótesis o una conjunción de las mismas parecen ser bastante correctas. 
De todo esto se desprende sin mucho esfuerzo que el tamaño del meristemo es quizá el factor más crítico de esta técnica, y el éxito en el saneamiento es mayor cuanto más pequeño es el explanto (desde 0.05 mm a 0.2 mm de diámetro) el tamaño más usual de un meristemo con los dos Como ya se ha indicado es necesario ajustar el tamaño del explanto, es decir el número de primordios foliares que van a acompañar al meristemo para equilibrar el desarrollo del cultivo y conseguir un porcentaje de axenia óptimo. Es necesario indicar que los requerimientos de los medios de cultivo no son muy exigentes salvo si se cultiva el domo meristemático sin primordios foliares y sólo es necesario efectuar los habituales ajustes en el medio para cada especie. Otros factores que influyen en el éxito del tratamiento son la rapidez en el aislamiento del meristemo, para evitar la deshidratación de esa frágil estructura y la época del año en que se obtiene el explanto, siendo la influencia estacional muy fuerte en algunas especies (patata, clavel, etc). 
En la actualidad esta técnica se utiliza rutinariamente con especies ornamentales (begonias, claveles, geranios), con especies hortícolas (patata, fresa), especies leñosas (viña, eucalipto, manzano y cítricos), obteniéndose espectaculares mejoras de calidad de planta y de producción.

Fuente: http://www.encuentros.uma.es/encuentros41/meristemos.html

3.3.1. Descripción e Importancia

  • Descripción:
Preparación del patrón: Es necesario disponer de patrones logrados por germinación de semillas in vitro, aunque también se pueden emplear como patrones plantas micropropagadas. Las semillas que se utilicen deben proceder de árboles libres de patógenos, al menos de los que se transmiten por semillas. Teóricamente cualquier patrón que sea compatible con la variedad que sobre él se injerte puede ser usado para el microinjerto. A pesar de que el patrón más utilizado ha sido el citrange ‘Troyer’ (Poncirus trifoliata (L.) Raf. X Citrus sinensis (L.) Osb.) se han empleado también Poncirus trifoliata, limón ‘Rugoso’ (Citrus jambhiri Lush.), cidro ‘Etrog’ (Citrus medica L.), Citrus macrophylla Wester, entre otros patrones, atendiendo a diversas causas como son la facilidad que ofrecen los trifoliados en la identificación de los rebrotes del patrón para ser eliminados, a la compatibilidad a la que se hacía referencia y a los resultados del empleo de patrones más vigorosos. Se eliminan manualmente los tegumentos de las semillas, se tratan por inmersión en una solución de hipoclorito de sodio al 0,7 % durante diez minutos para la esterilización de su superficie y se enjuagan varias veces con agua destilada estéril. Las semillas se siembran en tubos de ensayo con medio de germinación compuesto por las sales minerales de Murashige y Skoog (MS) solidificado con agar, donde permanecen en oscuridad constante a 27- 30 ºC durante alrededor de dos semanas hasta que las plántulas alcanzan su desarrollo óptimo para su uso en el microinjerto.

Preparación del ápice: Los ápices caulinares para el microinjerto pueden obtenerse de diversas fuentes de brotes de los árboles enfermos seleccionados: directamente en árboles que se encuentren en activa brotación vegetativa; plantas injertadas de las selecciones de interés que se mantienen en bolsas o macetas y en las que puede inducirse la brotación de sus yemas defoliándolas totalmente dos semanas antes de la fecha del microinjerto; y vástagos cultivados in vitro como los que se recomiendan para el intercambio de material de propagación vegetativo. Se utilizan brotes no mayores de 5 cm para evitar ápices degenerados o en estado de abscisión. A cada brote se le eliminan las hojas mayores y se separa la parte terminal con una longitud de 1 cm, se realiza la esterilización de superficie por inmersión en una solución de hipoclorito de sodio al 0,25 % más 0,1 % de Tween 20 durante cinco minutos y se enjuaga repetidas veces con agua destilada estéril. En condiciones asépticas y con el auxilio de un microscopio estereoscópico, se eliminan las hojas restantes con excepción de los tres primordios foliares más jóvenes.

  • Importancia:
En multitud de especies cuyo método de propagación habitual es de tipo vegetativo e incluso en algunas cuya propagación es por semilla, se encuentran problemas de contaminación por diversos microorganismos, que los métodos tradicionales de desinfección utilizados por los propagadores y viveristas no consiguen erradicar, ni siquiera mediante tratamientos químicos agresivos, esto conlleva una serie de pérdidas económicas por pérdidas de producción, de calidad de fruto y hasta de cosechas completas. Incluso utilizando técnicas de cultivo in vitro es a veces imposible eliminar a determinados organismos patógenos, como virus, micoplasmas, bacterias y hongos endógenos, algunos de los cuales se transmiten incluso vía semillas, y ante los cuales muchas veces son ineficaces los antibióticos, bactericidas y antivíricos añadidos a los medios de cultivo. Existen varios sistemas para sanear integralmente una planta eliminando los microorganismos que las infestan; sólo uno de ellos, la termoterapia (Kunkel, 1936; Kassanis, 1965), no necesita condiciones in vitro para aplicarse. Consiste en la incubación del especimen a sanear en un ambiente con alta temperatura (35 a 40°C) y alta humedad, durante periodos de 20 días a varios meses, este método se aplica con éxito en frutales. En los otros sistemas de saneamiento se aplican técnicas de cultivo in vitro y se basan fundamentalmente en el cultivo de meristemos o ápices meristemáticos. Suelen utilizarse procedimientos mixtos que combinan termoterapia, microinjerto y formación de tallos adventicios con el cultivo de meristemos. 




3.3. Plantas Libres de Patogenos

La tecnología para la obtención de plantas libres de patógenos es de gran utilidad para obtener altos rendimientos en cultivos de propagación vegetativa. El proceso pasa por dos etapas bien definidas, la primera es la etapa de laboratorio y la segunda es la etapa de invernadero. Ambas están estrechamente relacionadas, ya que para poder propagar plantas en invernaderos se debe contar con material procedente de cultivo de tejidos de laboratorio. La propagación en invernaderos se caracteriza por que la propagación de las plantas que se instalan se realiza en un ambiente protegido del ingreso de insectos vectores trasmisores de virus, además de otras plagas. De igual modo el uso de sustrato desinfectado permite una propagación libre de patógenos y el uso de plántulas libres de virus procedentes de propagación ‘in vitro’.

Fuente: http://www.inia.gob.pe/eventos/evento0683/

3.2.4. Aplicación Agronomica

  • Permite obtener muchos individuos iguales en una pequeña superficie
  • Controlar las condiciones ambientales
  • Estudiar diversos procesos de las plantas
  • Evita el riesgo de que proliferen agentes patógenos (se realiza en medios esterilizados).
  • Constituye uno de los métodos que mayores logros ha aportado al desarrollo de la agricultura.
  • Se aplica en la producción masiva de especies hortícolas, aromáticas, medicinales, frutícolas, ornamentales y forestales.
  • Cultivo de plantas libres de virus 
  • Reproducir plantas cuya reproducción natural es muy lenta o es nula 
  • Acelerar la multiplicación de plantas en poco tiempo 
  • Producir plantas haploides 
  • Evitar la variabilidad en las plantas
Fuente: http://tecnocienciaysalud.com/plantas-in-vitro

3.2.3. Rutas: Organogenesis y Embriogenesis Somatica

ORGANOGÉNESIS
Es la formación de un primordio unipolar a partir de una yema con el subsecuente desarrollo de este en un brote vegetativo, existiendo siempre una conexión entre los nuevos brotes y el tejido paterno. Estos brotes vegetativos son posteriormente puestos a enraizar en otra etapa, vía formación de primordios de raíces y el subsecuente enraizamiento final. 
Los brotes pueden formarse directamente del explante (organogénesis directa) o indirectamente a partir de callos. 
En contraste con la embriogénesis somática, en la vía organogénica para la formación de una planta completa, ya sea por la vía directa o indirecta, se requiere de una secuencia de medios de cultivo, ya que aquellos medios que favorecen el desarrollo de los brotes inhiben la formación de raíces y viceversa.

Vías.
La organogénesis ha sido la base fundamental de la multiplicación vegetativa y dentro de ella pueden diferenciarse dos vías:
  • la formación de yemas axilares
  • la formación de yemas adventicias
Formación de yemas axilares.
Esta técnica se basa en la formación de brotes a partir de las yemas que se encuentran en las axilas de las hojas y primordios de las hojas, los cuales son divididos o subcultivados respectivamente. Este método a pesar de no ser el más rápido, ha sido el más utilizado para la propagación comercial debido en primer lugar a la facilidad con que se ha establecido en la mayoría de las especies y en segundo lugar a la estabilidad genética de las plantas regeneradas, siendo el sistema de regeneración en el cual se reportan los menores índices de variación genética. 
La principal desventaja radica en la laboriosidad del proceso, lo cual implica altos costos por mano de obra, bajos coeficientes de multiplicación en comparación con otros sistemas de regeneración y escasa posibilidad de automatización del proceso productivo. No obstante existen posibilidades de automatizar algunas etapas del proceso con la utilización de birreactores y sistemas de inmersión temporal de los explantes.

Formación de yemas adventicias.
Es la formación de novo de yemas a partir de meristemos preexistentes o tejido no meristemático, las cuales se originan de una o de un pequeño grupo de células, cuando se cultivan los explantes en medios de concentraciones elevadas de citoquininas. 
Con esta técnica es posible producir un mayor número de plantas por unidad de tiempo en comparación con el método de yemas axilares y a la vez presenta mayores posibilidades de mecanización automatización, existiendo ya varios ejemplos de utilización de birreactores para su producción. Sin embargo, al igual que el método de yemas axilares tiene la limitante de que el proceso productivo es realizado en dos etapas: producción de brotes y crecimiento-enraizamiento. Adicionalmente presenta el inconveniente de que puede ser una fuente de variación genética debido al propio origen unicelular de las yemas adventicias. Este método ha tenido su mayor aplicación en la propagación de plantas ornamentales donde la ocurrencia de plantas fuera de tipo no es un problema.


EMBRIOGENESIS SOMÁTICA
Técnica biotecnológica de propagación de plantas que permite obtener embrioides a partir de células somáticas (no sexuales) desde cualquier tipo de tejido.

El investigador del laboratorio de Biotecnología Forestal, Manuel Sánchez señala que como en este proceso no hay intervención fusión de gametos, no hay combinación genética, por tanto el embrioide que se obtiene es idéntico al árbol donador de tejidos. “Hay una clonación cien por ciento del individuo del que se obtuvo el material”.
Sánchez explica que la técnica consiste en tomar una porción de cualquier tejido vegetativo de una planta, normalmente se trabaja con material de semillas inmaduras- a los que se le induce un proceso de desdiferenciación celular (para anular su función original).

Luego se dirige el desarrollo de las células hacia “otra ruta” (función), a partir de la que se provoca la formación de una masa de células desorganizadas llamada callo.
Por medio de cambios hormonales aplicados al cultivo se estimula la formación de grupos celulares.

El resultado es un sistema multicelular –en el caso de especies latifoliadas y no en coníferas, cuyos embrioides son de carácter unicelular- que da origen a todas las fases de desarrollo que hay en un embrión cigótico: estado globular, de corazón, de torpedo, cotiledonar. 
Este sistema de cultivo in vitro representa un gran potencial: cada célula de un tejido cultivado es un planta.

Fuente: Pérez Ponce, J.N. Propagación y mejora genética de plantas por biotecnología. Instituto de Biotecnología de las Plantas. Volumen 1. 1988

http://www2.udec.cl/panorama/p485/p16.htm

3.2.2. Tejidos Empleados

Los tejidos a usar para cultivar son:

  • Segmentos de hojas
  • Segmentos de tallos
  • Segmentos de cambium
  • Embriones
  • Ápices
  • Partes vegetativas (tubérculos, rizomas, bulbos, etc.).
  • Segmentos nodales
  • Semillas
  • Anteras
  • Meristemos
  • Raíces
Fuente: Apuntes de clase

3.2.1. Descripcion e Importancia

Consiste en producir plantas a partir de porciones muy pequeñas de ellas, de tejidos o células cultivadas asépticamente en un tubo de ensayo o en otro recipiente, donde se puedan controlar estrictamente las condiciones del ambiente y la nutrición (HARTMANN y KESTER, 1995). Estos sistemas de propagación requieren de instalaciones como laboratorios y personal adiestrado para la realización de las labores.
Alguna de sus ventajas es que permite propagar un gran número de especies difíciles de multiplicar, a menudo por los métodos clásicos puede realizarse con un nivel de proliferación elevado en un estado precoz de desarrollo, con frecuencia esta propagación in vitro se une a la lucha fitosanitaria, ya que las plantas obtenidas, son usualmente libres de virus, bacterias, hongos parásitos, y constituyen un material de calidad. 
Otros autores señalan otras ventajas como mejorar la selección, ya que a partir de un individuo notable, se puede comercializar rápidamente un clon interesante, garantía de homogeneidad, además limita o suprime los pies madre y por consiguiente libera superficies de invernadero y permite la programación de cultivos a lo largo de todo el año, o la producción en períodos muy precisos, sin que el número de pies madre o su estado por reposo vegetativo tengan influencia y por último, la formación de un “banco de genes” que podrán conservar especies o cultivares que ofrezcan un interés agronómico, hortícola, industrial, ecológico, etc.
El cultivo in vitro es una herramienta poderosa para la multiplicación de material seleccionado partiendo del cultivo de órganos o tejidos para la obtención de individuos completos de origen clonal.

Fuente:    http://www.itescam.edu.mx/principal/sylabus/fpdb/recursos/r73859.PDF
          http://www.cicy.mx/oferta-biotecnologica/produccion-de-plantas-mediante-cultivo-in-vitro

3.2. Micropropagacion

La propagación de plantas in vitro es una técnica de la biotecnología muy utilizada en cultivos de importancia económica. Como fue mencionado anteriormente permite cultivar células, tejidos, órganos, semillas, embriones y obtener individuos selectos en forma rápida. Los cultivos son realizados por personal especializado, con agentes específicos (hormonas, minerales, vitaminas, fuente de carbono, agente gelificante, agua, etc.) y en condiciones ambientales controladas (temperatura, humedad y luz). Una vez ajustados los protocolos para la especie o cultivo de interés, es posible automatizar el proceso de modo de llevarlo a escala industrial. La micropropagación (propagación clonal por cultivo in vitro) constituye uno de los métodos biotecnológicos que mayores logros ha aportado al desarrollo de la agricultura. Se aplica en la producción masiva de especies hortícolas, aromáticas, medicinales, frutícolas, ornamentales y forestales.

Fuente: http://www.fbmc.fcen.uba.ar/materias/agbt/practicos/El%20Cuaderno%20de%20Porque%20Biotecnologia%20nro%2035%20Cultivo%20in%20vitro.pdf