lunes, 26 de noviembre de 2012

3.2.3. Rutas: Organogenesis y Embriogenesis Somatica

ORGANOGÉNESIS
Es la formación de un primordio unipolar a partir de una yema con el subsecuente desarrollo de este en un brote vegetativo, existiendo siempre una conexión entre los nuevos brotes y el tejido paterno. Estos brotes vegetativos son posteriormente puestos a enraizar en otra etapa, vía formación de primordios de raíces y el subsecuente enraizamiento final. 
Los brotes pueden formarse directamente del explante (organogénesis directa) o indirectamente a partir de callos. 
En contraste con la embriogénesis somática, en la vía organogénica para la formación de una planta completa, ya sea por la vía directa o indirecta, se requiere de una secuencia de medios de cultivo, ya que aquellos medios que favorecen el desarrollo de los brotes inhiben la formación de raíces y viceversa.

Vías.
La organogénesis ha sido la base fundamental de la multiplicación vegetativa y dentro de ella pueden diferenciarse dos vías:
  • la formación de yemas axilares
  • la formación de yemas adventicias
Formación de yemas axilares.
Esta técnica se basa en la formación de brotes a partir de las yemas que se encuentran en las axilas de las hojas y primordios de las hojas, los cuales son divididos o subcultivados respectivamente. Este método a pesar de no ser el más rápido, ha sido el más utilizado para la propagación comercial debido en primer lugar a la facilidad con que se ha establecido en la mayoría de las especies y en segundo lugar a la estabilidad genética de las plantas regeneradas, siendo el sistema de regeneración en el cual se reportan los menores índices de variación genética. 
La principal desventaja radica en la laboriosidad del proceso, lo cual implica altos costos por mano de obra, bajos coeficientes de multiplicación en comparación con otros sistemas de regeneración y escasa posibilidad de automatización del proceso productivo. No obstante existen posibilidades de automatizar algunas etapas del proceso con la utilización de birreactores y sistemas de inmersión temporal de los explantes.

Formación de yemas adventicias.
Es la formación de novo de yemas a partir de meristemos preexistentes o tejido no meristemático, las cuales se originan de una o de un pequeño grupo de células, cuando se cultivan los explantes en medios de concentraciones elevadas de citoquininas. 
Con esta técnica es posible producir un mayor número de plantas por unidad de tiempo en comparación con el método de yemas axilares y a la vez presenta mayores posibilidades de mecanización automatización, existiendo ya varios ejemplos de utilización de birreactores para su producción. Sin embargo, al igual que el método de yemas axilares tiene la limitante de que el proceso productivo es realizado en dos etapas: producción de brotes y crecimiento-enraizamiento. Adicionalmente presenta el inconveniente de que puede ser una fuente de variación genética debido al propio origen unicelular de las yemas adventicias. Este método ha tenido su mayor aplicación en la propagación de plantas ornamentales donde la ocurrencia de plantas fuera de tipo no es un problema.


EMBRIOGENESIS SOMÁTICA
Técnica biotecnológica de propagación de plantas que permite obtener embrioides a partir de células somáticas (no sexuales) desde cualquier tipo de tejido.

El investigador del laboratorio de Biotecnología Forestal, Manuel Sánchez señala que como en este proceso no hay intervención fusión de gametos, no hay combinación genética, por tanto el embrioide que se obtiene es idéntico al árbol donador de tejidos. “Hay una clonación cien por ciento del individuo del que se obtuvo el material”.
Sánchez explica que la técnica consiste en tomar una porción de cualquier tejido vegetativo de una planta, normalmente se trabaja con material de semillas inmaduras- a los que se le induce un proceso de desdiferenciación celular (para anular su función original).

Luego se dirige el desarrollo de las células hacia “otra ruta” (función), a partir de la que se provoca la formación de una masa de células desorganizadas llamada callo.
Por medio de cambios hormonales aplicados al cultivo se estimula la formación de grupos celulares.

El resultado es un sistema multicelular –en el caso de especies latifoliadas y no en coníferas, cuyos embrioides son de carácter unicelular- que da origen a todas las fases de desarrollo que hay en un embrión cigótico: estado globular, de corazón, de torpedo, cotiledonar. 
Este sistema de cultivo in vitro representa un gran potencial: cada célula de un tejido cultivado es un planta.

Fuente: Pérez Ponce, J.N. Propagación y mejora genética de plantas por biotecnología. Instituto de Biotecnología de las Plantas. Volumen 1. 1988

http://www2.udec.cl/panorama/p485/p16.htm

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